¿Has nacido con una nariz larga, puntiaguda, demasiado grande? ¿Quizá se meten contigo por tener las orejas demasiado separadas de la cabeza?
Desgraciadamente todas las personas tenemos defectos congénitos que pueden afectarnos de forma muy significativa. Puede ser solo estético, pero a veces va más allá de la estética y afecta a nuestra salud.
Por ejemplo el caso de la nariz. Una persona puede tener una pequeña deformidad en la nariz y tenerla desviada. Por culpa de esa desviación es incapaz de respirar de forma normal, provocando problemas respiratorios y apneas del sueño.
El cirujano en cuestión hará la intervención que corresponda para que el paciente pueda respirar bien, pero será la cirugía estética la que se encargará de colocar y dar forma a esa nariz para que estéticamente quede mejor.
Dos intervenciones de cirugía llamadas rinoplastia y rinoseptoplastia, harán que quede totalmente corregido casi cualquier problema. Aquí ya juega un papel importante lo “creativo” que pueda ser el cirujano a este respecto para que el paciente, estéticamente, tenga un aspecto más atractivo o atractiva.
Por tanto, la cirugía estética tiene el objetivo de corregir o modificar ciertas partes de tu cuerpo, quizá desproporcionadas, con una finalidad: acercar al paciente a los parámetros de belleza que dicta la sociedad y cultura que le rodean.
¿De dónde nace la cirugía estética?
Aunque parece que es algo moderno, la cirugía estética es de hace milenios.
Ya en la época de los faraones en Egipto la utilizaban para suturar heridas y recolocar una nariz fracturada con ayuda de gasas con grasa introduciéndose estas, por los orificios nasales.
En la época del imperio romano también se hacían “liposucciones” como una cura para la obesidad según Plinio el viejo.
Seis siglos después Pablo de Egina, el médico bizantino, a todos aquellos hombres que presentaban ginecomastia (agrandamiento del pecho del hombre), inventó un sistema para extraerles los pechos.
Sin embargo, en la edad media la cosa cambió y aquellos tratamientos estéticos de antaño se convirtieron en una práctica castigada incluso con la muerte.
La aparición de la anestesia en 1844 y de la antisepsia unos años después,
supondría un punto de inflexión en la historia de la cirugía estética, de la cual se beneficiaron soldados de la primera guerra mundial, ya que antes los cirujanos solo se ocupaban de reconstruir partes del soldado herido o mutilado en combate, ahora entraban en juego también los criterios estéticos pensando en las secuelas psicológicas de una persona mutilada.
¿Cuántos tipos de cirugías existen?
Podemos decir que hay muchos tratamientos de cirugía estética, pues va a depender de muchos factores y pensemos en esto: casi cada parte del cuerpo puede ser operable por alguna razón.
Ahora bien, cualquier tratamiento de cirugía estética tiene que estar perfectamente planeado y preparado, por tanto siempre es indispensable hacer un estudio de la intervención a realizar.
Ya sea: retirar varices, agrandar pechos, reconstrucción nasal, cirugía de mentón, exfoliación química, blefaroplastia (cirugía de párpados) y una larga lista posiblemente interminable, hay que estudiarla muy bien.
Normalmente son intervenciones sin mucho riesgo, por lo tanto se utiliza anestesia local en casi todas ellas.
Como cada caso particular es diferente, será el cirujano el que tiene que informarte de los pros y los contras de la intervención y ahora tú decides.
En nuestro caso en particular Salus Center Madrid, dispone de dos cirujanos para realizar la intervención.
Si estás pensando en utilizar la cirugía estética para estar mejor contigo mismo o misma, no dudes en pasar por nuestra clínica y te daremos el mejor asesoramiento para que por fin, te veas como quieres estar.
¿Qué tratamiento has querido hacerte desde siempre y nunca te has atrevido a hacértelo?
Coméntanos.
